En el contexto actual, la búsqueda de derechos como la salud, la educación, la vivienda y el empleo no es solo una garantía escrita, sino un esfuerzo que debe conquistarse activamente a través de la acción política y la movilización social. Esto se enfatizó durante el foro “¿Lo que comemos nos enferma?” realizado durante el Día Mundial contra la Obesidad en San Martín Mexicapam.
Según María Isabel Casas, directora general de la Clínica del Pueblo, uno de los desafíos más grandes radica en la concentración del conocimiento y la toma de decisiones en un sector limitado de profesionales. Esto significa que no siempre se tiene acceso a toda la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre la salud.
En este sentido, Casas destacó la importancia de que los expertos en salud amplíen su formación y se abran a otras áreas clave como la Nutrición, el Derecho y la Educación. El bienestar de la población no puede depender únicamente de conocimientos académicos adquiridos hace décadas.
Además, la directora recordó que las personas que continúen comercializando productos chatarra en Oaxaca podrán ser sancionadas con multas que rebasan los miles de pesos, lo que se debe al incumplimiento a lo establecido en el Acuerdo de Alimentación Saludable.
El avance de las enfermedades crónicas en jóvenes es otro foco de preocupación. Según expertos como Beatriz Picasso y Julieta Ponce, estos padecimientos eran considerados problemas de personas mayores hace 30 años, pero hoy se ven en jóvenes de 20 años.
La lucha por una alimentación saludable no solo debe estar impulsada por la indignación, sino también por una actitud de empatía y respeto. En este sentido, se enfatizó la importancia de que las personas tomen conciencia sobre la necesidad de una alimentación saludable y denuncien los productos que puedan dañar su salud.
El lenguaje que utilizamos influye en cómo se recibe el mensaje, especialmente entre niños, estudiantes y nuestras propias familias. En este sentido, se mencionó que la campaña “Oaxaca sin chatarra” busca concientizar a la población sobre los peligros de los productos chatarra y promover una alimentación saludable.
La participación en esta campaña es un acto político, según las palabras de María Isabel Casas. Se instó a que cada reflexión compartida sea llevada a las escuelas, los hogares y cada rincón donde se tomen decisiones sobre el bienestar de la sociedad.
En general, se enfatizó la importancia de la lucha por una alimentación saludable en México, no solo como un derecho, sino como una responsabilidad para garantizar el bienestar de la población.
