A cinco años de la implementación de la Jornada Nacional de Sana Distancia, declarada el 23 de marzo de 2020, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha realizado un análisis exhaustivo de las acciones y estrategias que desplegó para hacer frente a la pandemia de COVID-19. Este recuento abarca desde la reconfiguración de sus servicios de salud hasta la implementación de programas para promover entornos laborales seguros y saludables.
El informe del IMSS detalla la reorganización de la atención médica en sus hospitales y unidades, permitiendo la atención de 11,153,391 derechohabientes. Adicionalmente, mediante un acuerdo firmado en mayo de 2020, se brindó atención a 353,000 personas sin afiliación al seguro social durante el período de emergencia sanitaria nacional. La institución implementó una estrategia de reconversión hospitalaria gradual, adaptándose al incremento en la demanda de servicios médicos. El punto máximo de esta adaptación se alcanzó el 13 de febrero de 2021, cuando se dispuso de 19,999 camas para hospitalización de pacientes con cuadros graves de COVID-19.
En la fase más intensa de la estrategia, el IMSS llegó a reconvertir 187 hospitales. De estos, 155 operaron bajo un esquema híbrido, combinando la atención de pacientes con COVID-19 y otras patologías, mientras que 30 se dedicaron principalmente al tratamiento de la enfermedad. Para ampliar la capacidad de atención, se establecieron Centros de Atención Temporal (CAT), se aceleró la apertura de unidades destinadas exclusivamente a pacientes con COVID-19 y se habilitaron 14 unidades temporales y 19 de expansión, incluyendo instalaciones en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde se instalaron más de 200 camas. Además, se habilitaron 3,486 Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS) en el primer nivel de atención, con el objetivo de detectar tempranamente posibles casos de la enfermedad.
El IMSS también fortaleció los sistemas de identificación de casos, agilizando los reportes en las plataformas de información institucionales y sectoriales. Se intensificó la difusión de avisos y alertas epidemiológicas ante la detección de casos, tanto a nivel nacional como internacional. La Dirección de Prestaciones Económicas y Sociales (DPES) implementó el Permiso COVID, un mecanismo para otorgar incapacidad temporal a trabajadores con sospecha de contagio, buscando reducir la propagación del virus. A través de este permiso, se emitieron más de 7.5 millones de certificados hasta marzo del presente año, representando más de 51 millones de días de incapacidad para aproximadamente 4.8 millones de asegurados.
Adicionalmente, la DPES del IMSS promovió activamente medidas de higiene y prevención, como el lavado de manos, el distanciamiento social y la limpieza de espacios. Se ofrecieron cursos a través de la plataforma CLIMSS dirigidos a trabajadores de pequeñas empresas y se distribuyeron estaciones de lavado de manos en unidades operativas de prestaciones sociales. En mayo de 2022, el IMSS implementó el programa ELSSA (Entornos Laborales Seguros y Saludables) para abordar la vulnerabilidad de personas con enfermedades no transmisibles, resaltada durante la pandemia. A pesar de que la COVID-19 ya no se considera una emergencia, el IMSS reafirma su compromiso de seguir brindando servicios de atención, integrando las lecciones aprendidas y adaptando sus estrategias a las circunstancias actuales, en coordinación con el Sector Salud.