Tras los sismos de 2017, 2018 y 2020, la recuperación del patrimonio cultural en Oaxaca enfrenta retrasos significativos, a pesar de una inversión gubernamental que supera los 2 mil millones de pesos. Datos actualizados del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) señalan que, a casi ocho años de los primeros eventos sísmicos, aún persisten inmuebles históricos y culturales que no han sido intervenidos. La complejidad del proceso de restauración se atribuye a los daños iniciales ocasionados por los temblores, así como a las réplicas posteriores que agravaron o generaron nuevas afectaciones en edificios ya en proceso de rehabilitación.
De un total de 689 inmuebles que sufrieron daños durante los tres periodos sísmicos, el INAH reporta que 481 han sido restaurados. En cuanto a los 158 restantes, se han llevado a cabo trabajos parciales o se encuentran en curso, aunque sin establecer una fecha definitiva para la finalización de las obras. Las autoridades federales no han precisado un plazo para completar la reconstrucción, generando incertidumbre entre las comunidades locales que aguardan la recuperación de su legado cultural.
Entre los años 2017 y 2024, el gobierno federal ha destinado más de 2,034 millones de pesos para la restauración del patrimonio dañado en Oaxaca. Los fondos provienen de diversas fuentes, incluyendo el seguro institucional, el extinto Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), y el Programa Nacional de Reconstrucción, así como de asignaciones presupuestales adicionales. El INAH puntualiza que la cifra mencionada comprende únicamente las acciones gestionadas directamente por el instituto, excluyendo intervenciones realizadas por otras dependencias gubernamentales.
Además, el sismo de magnitud 5.9 que se registró en los Valles Centrales durante el mes de agosto de 2025 generó nuevos daños que están siendo evaluados por las autoridades. Según el INAH, los sismos han provocado la necesidad de realizar más de 811 acciones de restauración en iglesias, capillas, exconventos y otros inmuebles de valor histórico, artístico y cultural. La conclusión de la reconstrucción, que inicialmente se esperaba durante la administración federal anterior, y posteriormente se proyectó para finales del año 2024, aún no cuenta con una fecha definida, manteniendo en espera a las comunidades oaxaqueñas.