El domingo por la mañana, Lilia Gema García Soto, presidenta municipal de San Mateo Piñas, Oaxaca, y Eli Gregorio García Ruiz, representante de la comunidad de Agua Caliente, fueron víctimas de un ataque armado que resultó en su fallecimiento. El incidente, que tuvo lugar en el palacio municipal, fue perpetrado por individuos que, según informes preliminares, utilizaron armas de fuego de alto calibre.
Según la información proporcionada por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, el ataque se desarrolló en un lapso de seis minutos. Los agresores, que se desplazaban en motocicletas, llegaron al palacio municipal y abrieron fuego contra la alcaldesa y el representante comunitario, quienes se encontraban reunidos para discutir proyectos de infraestructura local, específicamente la rehabilitación de caminos. Las autoridades han recuperado numerosos casquillos de bala en el lugar de los hechos, lo que sugiere el uso de armamento de considerable potencia.
La Fiscalía General ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar los motivos detrás de este doble homicidio. Las líneas de investigación incluyen posibles vínculos con denuncias presentadas por la alcaldesa García Soto en relación con presuntas irregularidades financieras cometidas por administraciones municipales anteriores. Estas denuncias involucran el manejo de fondos destinados a la ayuda de damnificados por desastres naturales, así como acusaciones de robo y falsificación de documentos para el desvío de recursos públicos.
Además, la investigación se centra en posibles conflictos relacionados con actividades económicas en la región, tales como el cobro de cuotas por el transporte de madera, y en disputas internas por el control político del municipio. La Fiscalía ha declarado que no se descartan otras posibles causas y que se están tomando todas las medidas necesarias para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. El caso ha generado conmoción tanto a nivel local como estatal.