Durante la homilía de la misa del Miércoles de Ceniza, celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos invitó a los católicos a aprovechar el tiempo de gracia de la Cuaresma para realizar una revisión profunda de su vida y buscar la conversión. Según el religioso, esta oportunidad es única por parte de Dios, permitiéndoles pensar en su vida y tomar decisiones importantes frente a Él, más que frente a las personas que los rodean.
El arzobispo destacó que aunque los creyentes han logrado muchas cosas buenas gracias a Dios, también encontrarán aspectos negativos de su vida que deben reconocer y enfrentar. Sin embargo, en lugar de culpar a otros por sus errores, se anima a ser humilde y admitir sus propios defectos, así como los malos momentos y las mala intención que han vivido. Esta actitud es fundamental para aprovechar al máximo la Cuaresma y cambiar su vida.
Vázquez Villalobos enfatizó que la conversión no se limita solo a pedir perdón, sino que implica un esfuerzo consciente por mejorar y ser una persona mejor. Al hacerlo, se puede crear un ambiente familiar, laboral y de relación con los demás más acogedor y positivo. El arzobispo también subrayó la importancia de esforzarse en ser personas nuevas durante la Cuaresma, llena de Dios, para poder celebrar la resurrección de Jesucristo y seguir viviendo su vida de acuerdo con sus creencias.
La celebración eucarística culminó con la imposición de la ceniza en la cabeza de decenas de fieles que se reunieron en la Catedral. Esta práctica es una tradición católica que busca refrescar el corazón y recordarnos nuestra mortalidad, invitándonos a reflexionar sobre nuestras acciones y decisiones.
El arzobispo Pedro Vázquez Villalobos llamó a los católicos a aprovechar la oportunidad de la Cuaresma para cambiar su vida y buscar la conversión, enfatizando la importancia de ser personas nuevas durante este período y de celebrar la resurrección de Jesucristo.
