viernes, junio 13, 2025

Aumento de casos relacionados con altas temperaturas en Oaxaca

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En Oaxaca, el reciente incremento de las temperaturas, que han alcanzado hasta 45 grados Celsius en algunas áreas, ha provocado afectaciones a la salud de la población. Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) reportan que hasta el momento se han registrado 20 casos de golpe de calor, dos de deshidratación y uno de quemadura. Esta situación coloca al estado en la posición número 11 a nivel nacional en cuanto a la incidencia de estas problemáticas. Las regiones más afectadas son la Costa, la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec y la Cañada.

Ante este panorama, las autoridades sanitarias de Oaxaca han emitido una alerta a la población, haciendo énfasis en los riesgos asociados al golpe de calor. Esta condición surge cuando el organismo pierde su capacidad de regular la temperatura interna, superando los 40 grados centígrados. Los síntomas característicos incluyen mareos, confusión, piel seca y caliente, debilidad generalizada e incluso pérdida de la consciencia. La dependencia estatal advierte que, de no recibir atención médica oportuna, el golpe de calor puede derivar en consecuencias fatales.

Los Servicios de Salud de Oaxaca recomiendan a la población, en particular a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, adoptar medidas preventivas para mitigar los efectos del calor. Entre estas medidas se incluyen evitar la exposición directa al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad (entre las 11:00 y las 16:00 horas); buscar refugio en lugares frescos y bien ventilados; mantener una hidratación constante mediante el consumo de agua potable, incluso sin sentir sed; y consumir frutas y verduras con alto contenido de agua, como sandía, melón, pepino y jitomate. También se aconseja vestir ropa ligera y de colores claros, así como utilizar protector solar.

La institución de salud subraya la importancia de buscar atención médica inmediata ante la aparición de cualquier síntoma relacionado con el golpe de calor. La pronta intervención puede ser determinante para evitar complicaciones graves e incluso salvar vidas. El golpe de calor se produce por la exposición prolongada a temperaturas ambientales elevadas, lo que genera un aumento repentino de la temperatura corporal.

El cuerpo humano mantiene una temperatura interna de aproximadamente 37 grados Celsius y es sensible a las variaciones del entorno. Para regular la temperatura, el organismo utiliza mecanismos como la sudoración, la distribución del calor a través del flujo sanguíneo y la liberación de calor al exterior. Sin embargo, cuando se produce un golpe de calor, estos mecanismos dejan de funcionar correctamente, lo que provoca un aumento de la temperatura y una pérdida excesiva de líquidos corporales, incrementando el riesgo de daño neurológico y, en casos extremos, la muerte. En caso de sospecha de golpe de calor, se aconseja trasladar a la persona afectada a un lugar fresco, elevar sus pies y solicitar asistencia médica urgente. Mientras llega la ayuda, se debe retirar la ropa de la persona e intentar reducir su temperatura corporal aplicando paños húmedos o hielo en las axilas o ingles. Si es posible, trasladar a la persona a un área con aire acondicionado o ventilación. Si la temperatura supera los 40 grados Celsius, se recomienda bañar a la persona con agua fría hasta alcanzar los 38 grados Celsius, momento en el cual se debe interrumpir el enfriamiento para evitar la hipotermia. Posteriormente, se debe controlar la temperatura cada 15 minutos y, en caso de que aumente, aplicar medidas de enfriamiento adicionales.

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