El Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca (Cobao) y el Centro de Integración Juvenil (CIJ) han formalizado un acuerdo de colaboración con el objetivo principal de fortalecer la salud mental, prevenir el consumo de sustancias adictivas y promover una formación educativa integral para los 34 mil alumnos que integran la comunidad estudiantil del Cobao. Esta iniciativa conjunta tiene como propósito crear un marco de cooperación que facilite la provisión de servicios de apoyo psicológico, programas de formación especializada y diversas actividades orientadas a la prevención de adicciones, así como al fomento del bienestar emocional y físico, dirigidos tanto a los estudiantes como al personal docente de los 68 planteles educativos y 13 Centros de Educación Abierta que conforman el sistema Cobao.
El convenio suscrito entre ambas instituciones establece la implementación de una serie de acciones coordinadas, que incluyen la realización de talleres informativos, ciclos de conferencias, ferias de salud y una variedad de actividades recreativas. Adicionalmente, se contempla la provisión de asistencia legal y servicios de apoyo social, con el fin de promover la creación de ambientes escolares seguros, protectores y libres de toda forma de violencia. Estas iniciativas se llevarán a cabo con la colaboración del equipo de profesionales especializados que integran el CIJ, quienes aportarán su experiencia y conocimientos para el desarrollo de programas efectivos y adaptados a las necesidades específicas de la población estudiantil.
La salud mental se define como un estado de equilibrio entre el individuo y su entorno sociocultural, abarcando el bienestar emocional, psicológico y social. Este equilibrio influye en la forma en que una persona piensa, siente, actúa y reacciona ante situaciones de estrés. Es fundamental para el bienestar individual y el funcionamiento efectivo dentro de la comunidad. Diversos factores pueden influir en la salud mental, incluyendo la inseguridad, la desesperanza, los cambios sociales rápidos, los riesgos de violencia y los problemas de salud física. Además, las experiencias personales, las interacciones sociales, los valores culturales, y las vivencias familiares, escolares y laborales también juegan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento de una buena salud mental.