La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Oaxaca ha expresado la necesidad de una implementación gradual y flexible de la propuesta reforma constitucional que busca reducir la jornada laboral en México. La organización empresarial enfatiza la importancia de adaptar la reforma a las condiciones específicas de cada sector productivo, particularmente en Oaxaca, donde las micro y pequeñas empresas son predominantes.
La presidenta de Coparmex Oaxaca, Laura Barranco, ha manifestado la disposición del sector empresarial a participar en el diálogo y en las mesas de trabajo convocadas por las autoridades federales y estatales. Reconoció la importancia de respetar los derechos y la dignidad de los trabajadores, pero también subrayó la necesidad de considerar la capacidad real de las empresas para asumir los costos y desafíos que implica la reforma.
Barranco advirtió sobre los posibles efectos negativos de una implementación abrupta de la reforma, como un aumento en la informalidad laboral y una posible disminución en la creación de empleos formales. Señaló que las micro y pequeñas empresas, que operan con márgenes reducidos, podrían enfrentar dificultades significativas para adaptarse a los nuevos esquemas de operación sin experimentar consecuencias negativas.
La Coparmex Oaxaca destaca que, en un contexto de desaceleración económica y altos niveles de informalidad como el que se observa en la entidad, cualquier cambio en la legislación laboral debe ser cuidadosamente planificado. Se propone que la reforma considere las particularidades de cada sector y región, y se reitera la participación activa en los foros y mesas de trabajo que se convoquen. La organización empresarial argumenta que ignorar las condiciones de los pequeños negocios sería desatender la realidad económica del país.
La propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo contempla la reducción de la jornada laboral en México, con el objetivo de proporcionar a los trabajadores un mayor tiempo de descanso. Uno de los escenarios considerados es la implementación de un esquema laboral de cinco días a la semana, con jornadas de ocho horas diarias, permitiendo a los trabajadores disfrutar de dos días de descanso, incluyendo el sábado y el domingo.