Ubicado en la ciudad de Oaxaca, el exconvento y templo de Santo Domingo de Guzmán se destaca como un importante exponente de la arquitectura barroca novohispana. Su construcción, impulsada por la orden de los dominicos, comenzó en 1575 como parte de sus actividades de evangelización en el Valle de Oaxaca. La finalización del complejo conventual se extendió hasta el siglo XVIII.
Tras la creación de la Provincia de San Hipólito Mártir en 1592, el convento de Santo Domingo asumió el rol de sede principal. Su jurisdicción territorial abarcaba desde el obispado de Oaxaca hasta la región de la Mixteca Alta, consolidándose como un centro religioso y administrativo de relevancia.
En el transcurso del siglo XX, el edificio fue objeto de trabajos de restauración y remodelación para su conversión en el Museo Regional de Oaxaca, que abrió sus puertas al público en 1972. Posteriormente, entre 1994 y 1998, se llevó a cabo una restauración exhaustiva que fue reconocida internacionalmente con el premio Reina Sofía a la Mejor Restauración, destacando la calidad y el cuidado puesto en la recuperación del inmueble.
Actualmente, el exconvento de Santo Domingo de Guzmán alberga el Museo de las Culturas de Oaxaca. Este espacio museístico tiene como objetivo preservar y difundir el patrimonio histórico y cultural del estado, exhibiendo una colección diversa que incluye piezas arqueológicas, arte colonial y objetos etnográficos. Entre sus mayores atractivos se encuentra el tesoro proveniente de la Tumba 7 de Monte Albán, un conjunto de ornamentos y joyas de gran valor histórico y artístico. El museo ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la riqueza cultural de Oaxaca a través de sus exhibiciones permanentes y temporales. La edificación en sí misma, con su arquitectura barroca y sus espacios históricos, constituye un elemento esencial de la experiencia museística, invitando a la reflexión sobre la historia y el legado cultural de la región. El exconvento sigue siendo un punto de referencia en la ciudad de Oaxaca, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales interesados en conocer la historia y el arte de México. Su valor arquitectónico, histórico y cultural lo convierte en un patrimonio invaluable para la región y para el país. Las autoridades locales y nacionales continúan trabajando en su conservación y promoción, garantizando su acceso a las futuras generaciones. El museo también realiza actividades educativas y culturales para acercar el patrimonio a la comunidad y fomentar su valoración.