Un equipo de investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), con sede en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, documentó la presencia de aproximadamente 150 especies de abejas nativas en la comunidad zoque de Benito Juárez, ubicada en el municipio de San Miguel Chimalapa, dentro de la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. El estudio, realizado durante una expedición de muestreo, revela la notable riqueza biológica de la zona, conocida como Los Chimalapas.
La investigación, que se llevó a cabo durante varias semanas en abril, consistió en la recolección de especímenes de abejas nativas en diversos hábitats de la comunidad. Los investigadores lograron reunir alrededor de 1,600 ejemplares, que representan la diversidad de especies identificadas. Además de la colecta científica, el equipo de Ecosur impartió talleres educativos a jóvenes estudiantes de la localidad sobre la importancia de las abejas en la polinización de cultivos y la conservación de la biodiversidad local.
El proyecto fue impulsado por el interés científico del profesor Rémy Benoit Marie Vandame, coordinador del Grupo Abejas Nativas de Ecosur, quien buscaba ampliar el conocimiento sobre la fauna apícola de la región de Los Chimalapas. La expedición contó con la colaboración de la organización Maderas del Pueblo del Sureste (MPS), cuyo apoyo fue crucial para facilitar el acceso a la comunidad y obtener la autorización de la asamblea comunal de Benito Juárez.
La colección de abejas nativas de Ecosur, liderada por el profesor Vandame, es una de las más importantes de México. Incluye miles de ejemplares identificados y catalogados, con información detallada sobre su rol en la polinización de ecosistemas agrícolas y naturales. El grupo de investigación también ha realizado estudios sobre abejas fósiles conservadas en ámbar, con una antigüedad de millones de años, lo que permite comprender la evolución de estos insectos a lo largo del tiempo.
La comunidad de Benito Juárez, junto con sus autoridades y habitantes, jugó un papel fundamental en el éxito de la investigación, brindando apoyo logístico y compartiendo su conocimiento local sobre el territorio. Este hallazgo subraya la importancia de la conservación de la biodiversidad en la región de Los Chimalapas y el valor del conocimiento tradicional de las comunidades indígenas en la investigación científica.