Un informe reciente revela que casi la mitad de las muertes violentas de mujeres registradas en el estado de Oaxaca se concentran en las regiones de Valles Centrales e Istmo de Tehuantepec. Datos proporcionados por el Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos (GESMujer) indican que estas zonas presentan un riesgo elevado de feminicidio. El estudio abarca el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 19 de mayo, durante el cual se contabilizaron 33 casos de mujeres que perdieron la vida de forma violenta en todo el estado. De esta cifra, ocho casos corresponden a la región de Valles Centrales y otros ocho al Istmo de Tehuantepec.
El informe destaca dos casos recientes que ilustran la problemática. En Reyes Mantecón, una joven de 19 años, identificada como R.H.A., fue encontrada sin vida en su domicilio con múltiples lesiones en el rostro, cabeza y extremidades. Las investigaciones apuntan a su pareja como el presunto responsable. Previamente, en Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, el cuerpo de Kaely, de 30 años, fue hallado en la vía pública con heridas de arma de fuego en diversas partes del cuerpo, incluyendo la cabeza. Estos incidentes elevan a seis el número de mujeres asesinadas en el mes de mayo, siendo abril el mes con mayor incidencia, registrando diez casos.
El análisis de los casos de feminicidio ocurridos a lo largo del año revela patrones preocupantes. El 45 por ciento de los crímenes se perpetraron en el domicilio de la víctima, seguido por la vía pública con un 21 por ciento. Además, el uso de armas de fuego se mantiene como una constante en estos delitos, lo que plantea interrogantes sobre el acceso a las mismas y la necesidad de un mayor control.
Es importante señalar que el feminicidio está tipificado en el artículo 325 del Código Penal Federal como la forma más extrema de violencia de género. Se define como el asesinato de una mujer motivado por razones de género, que incluyen violencia sexual, mutilaciones, antecedentes de violencia, amenazas, incomunicación o la exposición del cuerpo de la víctima en espacios públicos.
Ante esta situación, el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de muertes violentas de mujeres recomienda que todas las muertes violentas de mujeres sean analizadas con perspectiva de género, independientemente de si parecen accidentes o suicidios. Este enfoque busca confirmar o descartar la posibilidad de que se trate de un caso de feminicidio y garantizar una investigación exhaustiva y sensible a las dinámicas de género.