Ante las altas temperaturas registradas en gran parte del país, organizaciones de protección animal han emitido una alerta sobre los riesgos que enfrentan las mascotas, particularmente perros y gatos. El aumento en la temperatura ambiental incrementa la posibilidad de que estos animales sufran golpes de calor, una condición que puede ser fatal si no se atiende de manera oportuna. Especialistas veterinarios recalcan la importancia de tomar medidas preventivas para garantizar el bienestar de los animales domésticos durante esta temporada.
La hidratación adecuada es un factor crucial para proteger a las mascotas del calor. Se recomienda proporcionar acceso constante a agua fresca y limpia, así como asegurar que dispongan de áreas con sombra donde puedan resguardarse del sol directo. Además, es fundamental revisar periódicamente las almohadillas de sus patas, ya que el contacto con superficies calientes como el asfalto puede provocar quemaduras y lesiones. En caso de paseos, se sugiere evitar las horas de mayor intensidad solar, optando por salidas tempranas en la mañana o al caer la tarde.
Los signos de alerta de un posible golpe de calor en mascotas incluyen salivación excesiva, jadeo intenso y respiración acelerada. En caso de detectar estos síntomas, es importante actuar con rapidez. Se aconseja trasladar al animal a un lugar fresco y ventilado, mojar sus patas, nariz, abdomen y pecho con agua fría, y ofrecerle agua fresca en pequeñas cantidades una vez que el jadeo disminuya. Es crucial intentar reducir su temperatura corporal por debajo de los 39.5 grados centígrados. Un golpe de calor severo puede derivar en complicaciones graves como diarrea, vómitos, convulsiones e incluso un paro cardíaco, por lo que se recomienda buscar atención veterinaria inmediata.
Adicionalmente, las autoridades de protección civil han emitido recomendaciones generales para la población, ante el pronóstico de temperaturas elevadas que podrían alcanzar entre 40 y 45 grados Celsius en ciertas regiones. Se aconseja reducir la actividad física, usar ropa ligera y de colores claros, protegerse del sol con sombreros y gafas, y aumentar el consumo de líquidos. Es fundamental evitar la exposición prolongada al sol, especialmente durante las horas centrales del día, y aplicar protector solar de manera regular. Estas medidas contribuyen a prevenir golpes de calor y otros problemas de salud relacionados con las altas temperaturas.
