La construcción de la presa Margarita Maza se presenta como una iniciativa clave para mitigar la problemática de escasez de agua que afecta a la ciudad de Oaxaca y a las áreas circundantes. Este proyecto, concebido como una alternativa a la previamente contemplada presa Paso Ancho, tiene como objetivo asegurar el suministro de agua potable para los próximos 50 años, según información proporcionada por Julián Rubén Ríos Ángeles, director del Organismo Cuenca Pacífico Sur de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La inversión estimada para la presa Margarita Maza asciende a 4,600 millones de pesos. El proyecto contempla una capacidad de suministro de 1.1 metros cúbicos por segundo. La infraestructura proyectada incluye la construcción de una presa de almacenamiento, un sistema de toma de agua, un acueducto que se extenderá por aproximadamente 98 kilómetros, una planta de potabilización y un tanque diseñado para regular el flujo del agua. Una diferencia fundamental con respecto al proyecto Paso Ancho radica en la ubicación de la nueva presa, seleccionada por la mejor calidad de agua disponible en la zona, lo que facilitaría los procesos de tratamiento y distribución.
Un aspecto central de la propuesta es la minimización del impacto tanto ambiental como social. Se anticipa que la superficie inundada será significativamente menor en comparación con el proyecto anterior, lo que implicaría una menor afectación de terrenos y comunidades aledañas. Ríos Ángeles expresó optimismo en relación con la obtención de acuerdos con las comunidades, lo que permitiría la ejecución del acueducto sin generar conflictos y promoviendo la colaboración entre los diversos actores involucrados.
Además de la infraestructura, Conagua subraya la importancia de abordar factores adicionales que contribuyen a la crisis hídrica en Oaxaca, como la irregularidad de las precipitaciones, el incremento de las temperaturas y el deterioro de la infraestructura existente. En este sentido, se promueve la adopción de una cultura del agua a través de campañas educativas y la implementación de tecnologías para optimizar el consumo en los hogares.
Entre las medidas sugeridas se encuentran la instalación de dispositivos que permitan ahorrar agua, el aprovechamiento de sistemas de captación de agua de lluvia y la división de la ciudad en sectores para reducir las pérdidas ocasionadas por fugas. El inicio de la construcción de la presa está previsto para finales de 2024, una vez que se hayan completado los estudios técnicos correspondientes en agosto. Se estima que la obra requerirá entre dos y dos años y medio para su finalización, lo que representaría un avance significativo en la gestión de los recursos hídricos en la región.
