Un senador mexicano ha presentado una iniciativa para proteger la salud de los consumidores, asegurando que los productos alimenticios sean libres de organismos transgénicos. El legislador, Antonino Morales Toledo, busca garantizar que la población tenga certeza sobre si los alimentos que consume están libres de estas sustancias.
Según el senador, la protección del maíz nativo es tan importante como proteger la salud del pueblo mexicano, cuya dieta se basa en este alimento. Por ello, propondrá reformar la Ley General de Salud para que se coloquen sellos en los empaques de los alimentos que informen a los consumidores si contienen derivados de organismos genéticamente modificados como materia prima.
La propuesta del senador busca proteger la salud de los consumidores en materia de inocuidad alimentaria y concientizarlos sobre el contenido de los productos que ingieren. Sin embargo, se destaca que la inocuidad de los organismos genéticamente modificados no ha sido comprobada por ninguna institución reconocida a nivel mundial.
Además del ámbito alimentario, las sustancias transgénicas también están presentes en otros aspectos de la vida cotidiana de los mexicanos, incluyendo la industria cosmética. Según el senador, una amplia gama de ingredientes y aditivos utilizados en la producción de cosméticos son de origen vegetal.
El legislador también señala que la leche con la que alimentamos a nuestros niños es producida por ganado bovino que consume forrajes, granos, subproductos, suplementos y aditivos de origen transgénico. En este contexto, el senador ha afirmado que los mexicanos tienen el derecho de conocer si los productos que consumen, especialmente los alimentos, contienen materias primas cuya inocuidad no ha sido comprobada.
De manera similar a otras naciones como Estados Unidos y la Unión Europea, México podría desarrollar un sistema de etiquetado y trazabilidad de organismos modificados genéticamente (OMGs) para darle seguimiento a las etapas de procesamiento de los alimentos. En Estados Unidos, los alimentos transgénicos se etiquetan con la leyenda «bioingeniería» o «derivado de la bioingeniería».