Residentes de Tehuantepec, Oaxaca, han expresado su descontento con el servicio de mototaxis, principalmente en lo que respecta al costo del pasaje. Los usuarios reportan incrementos significativos en las tarifas, argumentando que el precio actual no se corresponde con la calidad del servicio recibido.
Según testimonios recabados, las tarifas de los mototaxis han experimentado un aumento considerable en los últimos meses. Anteriormente, el costo mínimo por viaje era de cinco pesos, pero actualmente se sitúa en diez pesos. Los usuarios señalan que el precio por persona puede oscilar entre los diez y los veinticinco pesos, incluso para trayectos de corta distancia. Esta situación genera malestar, especialmente cuando varios pasajeros comparten un mismo vehículo, elevando el costo total del viaje a un nivel comparable al de un taxi convencional.
Además de las quejas por el precio, algunos usuarios han manifestado su preocupación por otros aspectos del servicio. Entre ellos, mencionan la apariencia de algunos conductores, quienes aparentemente son menores de edad, y la falta de uniformes que permitan identificarlos adecuadamente. También se han reportado incidentes relacionados con el volumen excesivo de la música en algunos vehículos y la falta de respeto hacia los peatones. Los usuarios sostienen que la rapidez que ofrecen los mototaxis no justifica los presuntos abusos en el cobro de tarifas.
Los usuarios argumentan que los aumentos en las tarifas de los mototaxis parecen seguir la tendencia de incremento observada en el transporte público convencional. Ante la falta de regulación y control por parte de las autoridades competentes, los operadores de mototaxis habrían optado por elevar sus precios, afectando directamente el bolsillo de los usuarios. La situación ha generado un debate entre los residentes, quienes exigen una mayor supervisión y regulación de este servicio para garantizar precios justos y un servicio de calidad. El incremento gradual de las tarifas ha escalado desde los cinco pesos iniciales hasta alcanzar los veinticinco o treinta pesos en zonas de difícil acceso o con mayores riesgos de seguridad.