Las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles, California, han afectado a miembros de la comunidad indígena zapoteca. Estas operaciones, que incluyen redadas, detenciones y deportaciones, han generado preocupación y han provocado la movilización de organizaciones y miembros de la comunidad oaxaqueña en señal de resistencia. Un académico de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) señaló que estas acciones se producen en un contexto en el que las políticas de inmigración han sido objeto de escrutinio y debate.
Informes indican que las estrategias del ICE han evolucionado, pasando de la detención de individuos con antecedentes criminales a la focalización de inmigrantes que asisten a sus audiencias judiciales. Posteriormente, se implementó una táctica que implicaba la realización de operativos en lugares de trabajo. En Los Ángeles, estas redadas se han concentrado en sectores con alta presencia de trabajadores inmigrantes, como fábricas textiles, áreas cercanas a tiendas de materiales de construcción donde jornaleros buscan empleo, y servicios de lavado de autos.
Según los reportes, un número significativo de indígenas zapotecos que laboraban en la industria textil han sido detenidos, y algunos ya han sido deportados. La situación ha generado angustia entre las familias, muchas de las cuales tienen fuertes lazos con la ciudad, con hijos nacidos en Estados Unidos. Ante esta situación, se han establecido redes de apoyo que involucran a organizaciones pro-inmigrantes, sindicatos y miembros de la sociedad civil. Estas redes buscan proporcionar asistencia legal a los afectados y recaudar fondos para apoyar sus casos. Se han iniciado campañas para exigir a los empleadores el pago de salarios adeudados y para promover la organización sindical entre los trabajadores. La respuesta de la comunidad ha implicado un costo considerable para las autoridades, que han recurrido incluso al uso de la Guardia Nacional y la Marina. A pesar de ello, la sociedad civil mantiene su postura de resistencia y desafío ante las políticas migratorias actuales. La situación se ha extendido más allá de Los Ángeles, con protestas en otras ciudades de California y en estados como Massachusetts, Chicago y Nueva York.