El Senado mexicano prevé votar la reforma a los artículos 4 y 27 constitucionales este martes, lo que permitiría establecer la definición del maíz como un elemento de identidad nacional. La propuesta busca garantizar su cultivo libre de transgénicos y prioriza su manejo agroecológico.
El cultivo de maíz en México tiene una rica historia que se remonta a más de 8 mil años, según estudios científicos. Su siembra en milpas ha permitido el crecimiento de 64 razas de maíz, de las cuales 59 son nativas y representan un 65% del total. México se convierte así en el octavo país con mayor producción mundial de maíz.
Con esta reforma, el Estado tendrá la obligación de fomentar la actividad agropecuaria y forestal para el óptimo uso de la tierra libre de cultivos y semillas para siembra de maíz transgénico. La protección de las especies nativas es fundamental, ya que su acervo genético es insustituible y es crucial para la agricultura y la seguridad alimentaria mundial.
La diversidad genética del maíz mexicano puede brindar respuestas a retos ambientales y fitopatológicos de los cultivos. De hecho, el maíz nativo presenta adaptaciones a condiciones adversas medioambientales y es fuente de genes para programas de mejoramiento genético.
Aunque en el pasado se emitieron decretos para prohibir la importación del maíz transgénico, Estados Unidos lo controvirtió en paneles internacionales y quedaron sin efecto. Ahora, con esta reforma constitucional, habrá un marco legal claro para defender la biodiversidad nacional.
La protección del maíz también está relacionada con los cambios al artículo 2º de la Constitución, que establece que el Estado garantizará el derecho de las personas a la alimentación nutritiva. El maíz es esencial para los pueblos indígenas y afromexicanos.
Oaxaca ha sumado su voz a la protección del maíz, después de que el gobernador Salomón Jara firmó y envió al congreso local una iniciativa para preservar y conservar los maíces nativos de la entidad. La entidad cuenta con 35 de las 59 razas nativas nacionales, equivalentes al 65% de éstas.
El origen del maíz nativo de México se remonta a Mitla, en el Ejido Zapata. Esta rica tradición ha sido reconocida y valorada por los defensores de la biodiversidad con 84 bancos de semillas.