El secretario de Salud federal, David Kershenobich Stalnikowitz, informó sobre la situación actual del sarampión en México. Hasta la fecha, el estado de Oaxaca ha registrado cinco casos confirmados de sarampión. De estos, cuatro fueron detectados mediante pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) y uno a través de análisis serológicos. No se han reportado fallecimientos asociados a esta enfermedad en la entidad.
A nivel nacional, la distribución de casos de sarampión muestra una concentración significativa en el estado de Chihuahua, que acumula la mayor cantidad con 4,051 casos y 16 defunciones. Le siguen Sonora con 87 casos y una defunción, Coahuila con 53 casos sin defunciones, y Guerrero con 35 casos, también sin fallecimientos. Las autoridades sanitarias han implementado medidas de contención, incluyendo cercos sanitarios alrededor de Chihuahua, con el objetivo de prevenir una mayor propagación del virus.
El funcionario enfatizó la importancia de la vacunación como la principal herramienta para controlar el sarampión. Subrayó que las vacunas son gratuitas y seguras, y que representan una medida de protección tanto individual como colectiva. A nivel nacional, la cobertura de vacunación con esquema completo alcanza el 81.1%, con el objetivo de elevarla al 95% para asegurar una mayor inmunidad en la población. Se están realizando esfuerzos para recuperar la vacunación en niños de 6 años, un grupo donde la cobertura se vio afectada durante la pandemia de COVID-19, logrando recuperar hasta el 92% de la población infantil pendiente.
Entre el 1 de enero y el 29 de agosto, se administraron cerca de 6 millones de dosis de vacunas contra el sarampión. Las estrategias de vacunación incluyen la instalación de puntos de vacunación tanto dentro como fuera de centros de salud, la atención en hospitales y centros de salud regionales, el despliegue de brigadas móviles con apoyo de diferentes instituciones de salud, la difusión de información a través de radios comunitarias, la elaboración de materiales informativos en lenguas indígenas, y el mantenimiento de una red de frío para garantizar la conservación de las vacunas.
Ante la detección de un caso de sarampión, se activa una vigilancia activa en un radio de 25 manzanas alrededor del lugar de detección para identificar posibles contagios y aplicar medidas preventivas. El esquema de vacunación completo consta de dos dosis, aplicadas a los 12 y 18 meses de edad. En respuesta a la situación actual, se está administrando una dosis adicional, denominada dosis cero, a niños de entre 6 y 11 meses de edad.